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La Ley Sáenz Peña: la reforma electoral que cambió Argentina

La Ley Sáenz Peña, también conocida como Ley 8.871, fue una reforma electoral que marcó un hito en la historia de Argentina. Promulgada en 1912 durante la presidencia de Roque Sáenz Peña, esta ley estableció el sufragio universal masculino y secreto, convirtiendo al país en uno de los primeros de América Latina en implementar un sistema electoral más justo y equitativo.

Exploraremos en detalle los antecedentes y las consecuencias de la Ley Sáenz Peña. Analizaremos cómo esta reforma electoral tuvo un impacto significativo en la participación política de los ciudadanos, así como en la conformación de los partidos políticos y el desarrollo democrático de Argentina en el siglo XX.

Al leer este artículo, podrás comprender la importancia histórica de la Ley Sáenz Peña y su contribución a la consolidación de la democracia en Argentina. Además, conocerás los cambios políticos y sociales que se produjeron como resultado de esta reforma electoral, y cómo estos eventos influyeron en el panorama político actual de nuestro país.

Antecedentes: el contexto político previo a la Ley Sáenz Peña

Para poder entender la importancia y el impacto de la Ley Sáenz Peña en Argentina, es necesario analizar el contexto político en el que se desarrolló. A finales del siglo XIX, el país se encontraba sumido en un sistema político oligárquico, en el que el poder estaba concentrado en las manos de una elite reducida. El sistema electoral existente favorecía a los sectores más privilegiados de la sociedad, excluyendo a la gran mayoría de la población.

En este contexto, los gobiernos eran elegidos a través de un sistema conocido como «voto cantado», en el cual los ciudadanos debían manifestar públicamente su elección ante las autoridades. Esta práctica, sumada a la falta de transparencia en el escrutinio y al control ejercido por los partidos tradicionales, generaba un clima de corrupción y descontento en la sociedad.

La exclusión política y social de amplios sectores de la población, sumado a la falta de representatividad en el sistema político, llevó a la necesidad de implementar reformas que permitieran una mayor participación ciudadana y una distribución más equitativa del poder.

La Ley Sáenz Peña: una reforma electoral sin precedentes

En este contexto, la Ley Sáenz Peña, sancionada en 1912, representó un hito en la historia política de Argentina. Esta ley estableció el sufragio universal masculino, secreto y obligatorio, lo que significó un avance significativo en términos de representatividad y participación ciudadana.

El sufragio universal permitió que todos los hombres mayores de 18 años tuvieran derecho a votar, sin importar su nivel socioeconómico o su origen. Esto significó un quiebre en el sistema oligárquico existente, ya que amplió la base electoral y permitió que sectores históricamente excluidos pudieran tener voz y voto en las elecciones.

Además, el voto secreto garantizó la libertad de expresión política de los ciudadanos, evitando así la presión y el control que existía anteriormente. Esta medida contribuyó a la transparencia del proceso electoral y a la consolidación de un sistema más democrático.

Por último, la obligatoriedad del voto buscaba fomentar la participación ciudadana y fortalecer el compromiso cívico de los ciudadanos. A través de esta medida, se buscaba generar una mayor conciencia política y una mayor responsabilidad en el ejercicio de los derechos y deberes ciudadanos.

Beneficios y puntos clave de la Ley Sáenz Peña

  • Mayor inclusión y representatividad: La Ley Sáenz Peña permitió que sectores históricamente excluidos de la participación política tuvieran voz y voto en las elecciones. Esto contribuyó a una mayor representatividad y a una distribución más equitativa del poder.
  • Transparencia y libertad de expresión: El voto secreto garantizó la libertad de expresión política de los ciudadanos, evitando la presión y el control que existía anteriormente. Esto contribuyó a la transparencia del proceso electoral y a la consolidación de un sistema más democrático.
  • Fortalecimiento del compromiso cívico: La obligatoriedad del voto buscaba fomentar la participación ciudadana y fortalecer el compromiso cívico de los ciudadanos. A través de esta medida, se buscaba generar una mayor conciencia política y una mayor responsabilidad en el ejercicio de los derechos y deberes ciudadanos.

La Ley Sáenz Peña marcó un antes y un después en la historia política de Argentina, sentando las bases para un sistema electoral más inclusivo y democrático. A partir de esta reforma, se abrió el camino para la participación de otros sectores de la sociedad y se sentaron las bases para la construcción de una democracia más representativa.

El sistema electoral argentino antes de la reforma

Antes de la promulgación de la Ley Sáenz Peña en 1912, el sistema electoral argentino estaba plagado de irregularidades y prácticas corruptas. El voto estaba restringido a una élite privilegiada y la elección de los representantes no reflejaba la voluntad popular de manera efectiva.

En ese entonces, el sistema electoral se basaba en el voto cantado, un método arcaico en el que los ciudadanos debían expresar su voto en voz alta frente a todos los presentes en un acto eleccionario. Esto generaba un ambiente propicio para la coacción y el fraude electoral, ya que los votantes podían ser intimidados o influenciados por los poderosos de turno.

Además, el voto era indirecto, lo que significaba que los ciudadanos no elegían directamente a sus representantes. En cambio, se elegían electores que luego seleccionaban a los legisladores. Esto hacía que el proceso fuera aún más opaco y permitía manipulaciones por parte de los líderes políticos y las élites locales.

Estas prácticas antidemocráticas generaban descontento y desconfianza en la política, lo que llevó a la necesidad de una reforma electoral profunda que garantizara la participación de todos los ciudadanos y la transparencia en los procesos electorales.

La Ley Sáenz Peña: un cambio revolucionario

La Ley Sáenz Peña, promulgada en 1912 durante la presidencia de Roque Sáenz Peña, fue un hito en la historia electoral argentina. Esta ley estableció el voto secreto, universal y obligatorio, sentando las bases para un sistema electoral más democrático y transparente.

El voto secreto permitió a los ciudadanos expresar su voluntad sin temor a represalias o manipulaciones externas. Además, al ser obligatorio, aseguraba una participación masiva en las elecciones y evitaba el apatismo político.

La universalidad del voto garantizó que todos los ciudadanos, sin importar su género, clase social o nivel educativo, tuvieran el derecho y la responsabilidad de elegir a sus representantes. Esto amplió la participación ciudadana y dio voz a sectores históricamente excluidos del proceso político.

Esta reforma electoral tuvo un impacto significativo en la política argentina. Por ejemplo, en las elecciones presidenciales de 1916, se triplicó la cantidad de votantes en comparación con la elección anterior. Esto demostró el interés y la confianza de la población en el nuevo sistema electoral.

Beneficios y puntos clave de la Ley Sáenz Peña

  • Más democracia: La Ley Sáenz Peña promovió la participación ciudadana y garantizó que todos los ciudadanos tuvieran derecho a elegir a sus representantes. Esto fortaleció la democracia y permitió una mayor representatividad en el gobierno.
  • Transparencia y equidad: El voto secreto eliminó las prácticas corruptas y fraudulentas que caracterizaban al sistema electoral anterior. Esto garantizó una mayor transparencia y equidad en los procesos electorales.
  • Mayor inclusión: Al establecer el voto universal, la Ley Sáenz Peña permitió la participación de todos los ciudadanos, sin importar su género, clase social o nivel educativo. Esto amplió la representación política y dio voz a sectores históricamente excluidos.
  • Más participación ciudadana: Al hacer el voto obligatorio, la ley aseguró una participación masiva en las elecciones y evitó el apatismo político. Esto fortaleció la legitimidad de los representantes electos y promovió la responsabilidad cívica.

La Ley Sáenz Peña fue una reforma electoral revolucionaria que transformó el sistema político argentino. Gracias a esta ley, se logró una mayor participación ciudadana, transparencia y equidad en los procesos electorales. Aunque aún quedan desafíos por superar, esta ley sentó las bases para una democracia más inclusiva y representativa en Argentina.

El impacto de la Ley Sáenz Peña en la participación ciudadana

La Ley Sáenz Peña, promulgada en 1912 en Argentina, fue una reforma electoral que tuvo un impacto significativo en la participación ciudadana y en la consolidación de la democracia en el país. Esta ley estableció el voto secreto y obligatorio para los hombres mayores de 18 años, poniendo fin al sistema de voto cantado y permitiendo una mayor transparencia en los procesos electorales.

Uno de los principales beneficios de esta ley fue la ampliación del derecho al voto. Antes de su implementación, el voto estaba restringido a un grupo reducido de ciudadanos, principalmente aquellos que cumplían con ciertos requisitos de propiedad o nivel educativo. Con la Ley Sáenz Peña, se eliminaron estas restricciones y se estableció que todos los hombres mayores de edad tenían el derecho y la obligación de votar. Esto permitió una mayor participación de la ciudadanía en la toma de decisiones políticas y contribuyó a fortalecer los cimientos de la democracia en Argentina.

Además de ampliar el derecho al voto, esta ley también introdujo el voto secreto. Anteriormente, el voto se realizaba de manera pública y cantada, lo que permitía la manipulación y el control de los resultados electorales. Con la implementación del voto secreto, se garantizó la libre expresión del elector, protegiendo su intimidad y evitando posibles represalias o presiones externas. Esto fortaleció la confianza en el sistema electoral y contribuyó a la transparencia y legitimidad de los resultados.

La Ley Sáenz Peña también estableció el voto obligatorio, convirtiendo la participación en las elecciones en un deber ciudadano. Esta medida buscaba fomentar la participación activa de la ciudadanía en la vida política del país y garantizar una representación más fiel de la voluntad popular. El voto obligatorio contribuyó a reducir la apatía política y promovió una mayor conciencia cívica, ya que los ciudadanos debían informarse y tomar una decisión consciente en cada elección.

Un ejemplo concreto del impacto de la Ley Sáenz Peña en la participación ciudadana se puede observar en las elecciones presidenciales de 1916, las primeras en las que se aplicó la nueva normativa. En estas elecciones, se registró una alta participación ciudadana, con una cifra récord de votantes, en comparación con las elecciones anteriores. Esto demostró el interés y la confianza que despertó la reforma electoral entre los ciudadanos argentinos.

Es importante destacar que, si bien la Ley Sáenz Peña fue un avance significativo en materia electoral, todavía existían desafíos en términos de representación y participación de otros grupos socialmente excluidos, como las mujeres y las comunidades indígenas. Sin embargo, esta ley sentó las bases para futuras reformas y luchas por la igualdad de derechos políticos en Argentina.

La Ley Sáenz Peña fue una reforma electoral trascendental que transformó la participación ciudadana en Argentina. Gracias a esta ley, se amplió el derecho al voto, se introdujo el voto secreto y se estableció la obligatoriedad de votar. Estas medidas contribuyeron a fortalecer la democracia, fomentar la participación activa de los ciudadanos y garantizar la transparencia en los procesos electorales. A pesar de sus limitaciones iniciales, la Ley Sáenz Peña sentó las bases para futuros avances en materia de igualdad de derechos políticos en Argentina.

Los cambios en la representación política tras la implementación de la ley

La Ley Sáenz Peña, promulgada en Argentina en 1912, fue un hito en la historia electoral del país. Esta reforma introdujo el voto universal masculino y secreto, estableciendo un sistema de representación política más justo y democrático. A través de esta ley, se buscaba garantizar la participación de todos los ciudadanos en la elección de sus gobernantes, sin importar su clase social o nivel de educación.

Uno de los principales cambios que trajo consigo la Ley Sáenz Peña fue la eliminación del fraude electoral, que era una práctica común en ese momento. Antes de su implementación, las elecciones estaban plagadas de irregularidades, como la compra de votos, el robo de urnas y la manipulación de resultados. Con la introducción del voto secreto, se aseguraba la libre expresión del elector sin temor a represalias o coerción. Además, se establecieron mecanismos de control y supervisión para garantizar la transparencia del proceso electoral.

Otro aspecto destacado de esta ley fue la representación proporcional. Antes de su implementación, el sistema electoral se basaba en el voto cantado, que otorgaba una ventaja desproporcionada a los partidos políticos mayoritarios. Con la nueva legislación, se estableció un sistema de distribución de escaños basado en el porcentaje de votos obtenidos por cada partido, lo que permitía una representación más equitativa de la voluntad popular. Esto significó un avance significativo en la inclusión política de minorías y grupos oprimidos.

La implementación de la Ley Sáenz Peña tuvo un impacto inmediato en las elecciones subsiguientes. En los comicios de 1916, se registró una mayor participación ciudadana y una mayor diversidad de partidos políticos representados en el Congreso. Esto reflejaba un cambio profundo en la forma en que se concebía la democracia en Argentina, permitiendo la inclusión de diferentes voces y perspectivas en la toma de decisiones.

Los beneficios de la Ley Sáenz Peña no se limitaron al ámbito político, sino que también tuvieron un impacto en la sociedad en general. El voto universal masculino contribuyó a fortalecer la ciudadanía y la conciencia cívica, al otorgar a todos los hombres el derecho y la responsabilidad de participar en la vida política del país. Esto se tradujo en una mayor participación en las elecciones y un mayor compromiso con la política, lo que a su vez fortaleció el sistema democrático.

La Ley Sáenz Peña fue una reforma electoral trascendental en la historia de Argentina. Sus cambios en la representación política, como el voto universal masculino y secreto, así como la introducción de la representación proporcional, contribuyeron a consolidar un sistema democrático más inclusivo y transparente. A más de cien años de su implementación, esta ley sigue siendo un hito en la historia electoral del país y un ejemplo de la importancia de la participación ciudadana en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

El rol de la Ley Sáenz Peña en el fortalecimiento de la democracia en Argentina

La Ley Sáenz Peña, promulgada en 1912, marcó un hito en la historia política de Argentina al introducir un sistema electoral más inclusivo y democrático. Esta ley, también conocida como Ley de Voto Universal, Secreto y Obligatorio, estableció el sufragio masculino universal, el voto secreto y la obligatoriedad del sufragio. Fue una medida revolucionaria que buscaba poner fin a décadas de exclusión política y promover la participación de todos los ciudadanos en la vida democrática del país.

Antes de la Ley Sáenz Peña, Argentina tenía un sistema electoral restrictivo que beneficiaba a las élites y excluía a la mayoría de la población. El voto estaba reservado solo para aquellos hombres mayores de 18 años que pudieran demostrar un cierto nivel de educación o propiedad. Esto dejaba fuera a los sectores más pobres y a aquellos que no cumplían con los requisitos establecidos. Como resultado, la representatividad política era limitada y las decisiones estaban en manos de una minoría privilegiada.

La Ley Sáenz Peña cambió radicalmente esta situación al garantizar el derecho al voto a todos los hombres mayores de 18 años, sin importar su nivel de educación o propiedad. Esto significó un avance significativo en términos de inclusión política y representatividad. Por primera vez, los sectores más vulnerables de la sociedad tuvieron la oportunidad de participar en la elección de sus representantes y tener voz en las decisiones que afectaban sus vidas.

El voto secreto fue otro aspecto clave de la Ley Sáenz Peña. Antes de su implementación, el voto era público, lo que permitía la intimidación y el control por parte de los sectores dominantes. Con el voto secreto, se garantizaba la libertad y la independencia del elector, evitando cualquier tipo de coacción o influencia indebida. Esto contribuyó a la transparencia y la legitimidad del proceso electoral, fortaleciendo así la confianza de la ciudadanía en el sistema político.

La obligatoriedad del sufragio fue otro elemento innovador de la Ley Sáenz Peña. A través de esta medida, se buscaba fomentar la participación ciudadana y crear un sentido de responsabilidad cívica en la población. El voto se convirtió en un deber ciudadano, y aquellos que no cumplieran con esta obligación podían enfrentar sanciones económicas. Esta medida contribuyó a aumentar la participación electoral y a generar un mayor compromiso por parte de los ciudadanos en la vida política del país.

La implementación de la Ley Sáenz Peña tuvo un impacto significativo en la vida política de Argentina. La participación electoral aumentó de manera considerable, lo que reflejó el interés y la confianza de la ciudadanía en el nuevo sistema. Además, se produjo una mayor diversidad en la representación política, ya que se abrió la puerta a nuevos actores y se rompió el monopolio de las élites tradicionales. Esto permitió una mayor pluralidad de voces y perspectivas en el proceso decisional, enriqueciendo así la democracia argentina.

La Ley Sáenz Peña fue una reforma electoral trascendental que transformó el sistema político argentino. A través de la introducción del voto universal, secreto y obligatorio, se logró una mayor inclusión política y representatividad, fortaleciendo así los cimientos de la democracia en Argentina. Aunque aún queda camino por recorrer en términos de participación y representación equitativa, la Ley Sáenz Peña sentó las bases para un sistema electoral más justo y democrático en el país.

Críticas y controversias en torno a la Ley Sáenz Peña

La Ley Sáenz Peña, promulgada en 1912, es considerada uno de los hitos más importantes en la historia política de Argentina. Sin embargo, como ocurre con cualquier reforma de gran envergadura, no estuvo exenta de críticas y controversias.

Una de las principales críticas que se le ha hecho a la Ley Sáenz Peña es su limitación en cuanto a la participación política de las mujeres. A pesar de que la ley estableció el voto secreto y obligatorio para los hombres, las mujeres aún quedaron excluidas del derecho al sufragio. Esto generó un gran descontento en el movimiento feminista y en las sufragistas argentinas, quienes consideraban que la ley no era lo suficientemente inclusiva.

Otra crítica importante se centró en el sistema de representación proporcional que estableció la ley. Si bien este sistema buscaba garantizar una distribución equitativa de los escaños en el Congreso, algunos sectores políticos argumentaron que favorecía a los partidos más grandes y dificultaba la representación de las minorías. Además, se señaló que este sistema podía generar una atomización del Congreso, con la proliferación de partidos políticos pequeños y la falta de gobernabilidad.

Por otro lado, también hubo quienes cuestionaron la capacidad de la Ley Sáenz Peña para erradicar el fraude electoral. A pesar de que la ley establecía mecanismos para garantizar la transparencia en los comicios, como la creación de juntas electorales y la presencia de fiscales de los partidos en las mesas de votación, algunos sostuvieron que aún existían posibilidades de manipulación y fraude.

Es importante tener en cuenta que, a pesar de estas críticas, la Ley Sáenz Peña significó un avance significativo en la democratización del sistema político argentino. La implementación del voto secreto y obligatorio permitió una mayor participación ciudadana en las elecciones y contribuyó a la consolidación de la democracia en el país.

Si bien la Ley Sáenz Peña fue objeto de críticas y controversias, su impacto en la democratización del sistema político argentino es innegable. A pesar de las limitaciones y desafíos que enfrentó, sentó las bases para futuras reformas electorales y contribuyó al fortalecimiento de la participación ciudadana en la vida política del país.

Influencia de la Ley Sáenz Peña en otros países de América Latina

La Ley Sáenz Peña, promulgada en Argentina en 1912, tuvo un impacto significativo no solo en el sistema electoral argentino, sino también en otros países de América Latina. Esta ley estableció el sufragio secreto, universal y obligatorio, y se convirtió en un modelo a seguir para muchas naciones de la región que buscaban modernizar y democratizar sus sistemas políticos.

La influencia de la Ley Sáenz Peña se puede observar en países como Uruguay, Chile y Brasil. En Uruguay, por ejemplo, se aprobó una ley electoral similar en 1917, inspirada en el modelo argentino. Esta ley establecía el sufragio universal y secreto, y permitió la participación política de las mujeres, convirtiendo a Uruguay en uno de los primeros países en reconocer el derecho al voto femenino. Este ejemplo fue seguido por otros países de la región, como Chile en 1925 y Brasil en 1932.

La implementación de la Ley Sáenz Peña y sus variantes en otros países de América Latina tuvo varios beneficios y puntos clave. En primer lugar, la introducción del sufragio universal permitió una mayor participación ciudadana en el proceso electoral, lo que condujo a una mayor representatividad y legitimidad de los gobiernos. Además, el sufragio secreto garantizó la privacidad del voto y evitó la coerción y el clientelismo político, fortaleciendo así la democracia y la transparencia electoral.

Otro aspecto importante de la Ley Sáenz Peña y su influencia en otros países fue la inclusión de la mujer en el proceso electoral. Esto representó un avance significativo en la lucha por la igualdad de género y la participación política de las mujeres. A lo largo de los años, se ha demostrado que la participación política de las mujeres enriquece el debate, promueve la igualdad de derechos y contribuye a la adopción de políticas más inclusivas y equitativas.

Es importante destacar que la implementación de la Ley Sáenz Peña y sus variantes en otros países no estuvo exenta de desafíos y obstáculos. En muchos casos, hubo resistencia por parte de sectores conservadores que se oponían a la ampliación de los derechos políticos y al cambio en el sistema electoral. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, la influencia de la Ley Sáenz Peña en América Latina fue significativa y sentó las bases para la consolidación de la democracia en la región.

La Ley Sáenz Peña y su modelo de sufragio universal, secreto y obligatorio tuvieron un impacto trascendental en otros países de América Latina. Esta ley inspiró reformas electorales en Uruguay, Chile, Brasil y otros países, promoviendo la participación ciudadana, la transparencia electoral y la inclusión de las mujeres en la política. A pesar de los desafíos que enfrentaron, estas reformas sentaron las bases para la consolidación de la democracia en la región y son un ejemplo de la importancia de las reformas electorales en la construcción de sociedades más justas y equitativas.

Legado y relevancia actual de la reforma electoral en Argentina

La Ley Sáenz Peña, promulgada en 1912 en Argentina, tuvo un impacto significativo en el sistema electoral del país y dejó un legado duradero en la historia política. Esta reforma electoral introdujo el voto secreto y obligatorio, estableciendo un sistema más democrático y justo.

El legado de la Ley Sáenz Peña es innegable. Antes de su implementación, el sistema electoral argentino estaba plagado de irregularidades y corrupción. El voto era público, lo que permitía la manipulación y el soborno de los votantes. Además, solo los hombres con determinado nivel de riqueza y educación tenían derecho a votar, excluyendo a grandes sectores de la población.

Con la introducción del voto secreto y obligatorio, la Ley Sáenz Peña buscaba garantizar la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley electoral. Esto permitió que cada individuo pueda expresar libremente su opinión política sin temor a represalias o influencias externas. Además, el voto obligatorio aseguró una alta participación ciudadana en las elecciones, fortaleciendo la legitimidad de los resultados y la representatividad del sistema político.

La reforma electoral tuvo un impacto inmediato en las elecciones posteriores a su implementación. Se observó un aumento significativo en la participación ciudadana, especialmente entre los sectores que antes estaban excluidos del proceso electoral. Esto permitió una mayor representación de los intereses de la población en el gobierno y contribuyó a fortalecer la democracia en Argentina.

Además de su relevancia histórica, la Ley Sáenz Peña sigue teniendo un impacto en la política argentina actual. El voto secreto y obligatorio se ha convertido en una parte integral de la identidad democrática del país. Aunque ha habido debates sobre la conveniencia de mantener el voto obligatorio, la mayoría de los argentinos consideran que esta medida es fundamental para preservar la igualdad y la participación ciudadana en el proceso electoral.

La Ley Sáenz Peña ha sido un ejemplo para otros países de América Latina y el mundo. Muchos países han tomado como referencia esta reforma electoral para fortalecer sus propios sistemas democráticos. El voto secreto y obligatorio se ha convertido en un estándar internacional para asegurar elecciones libres y justas.

La Ley Sáenz Peña fue una reforma electoral trascendental en la historia de Argentina. Su legado perdura hasta el día de hoy, con un sistema electoral más democrático y justo. La introducción del voto secreto y obligatorio ha garantizado la igualdad y la participación ciudadana en las elecciones. Además, el impacto de esta reforma ha trascendido las fronteras de Argentina, convirtiéndose en un referente internacional en la lucha por la democracia.

Preguntas frecuentes

1. ¿En qué consistió la Ley Sáenz Peña?

La Ley Sáenz Peña fue una reforma electoral implementada en Argentina en 1912 que estableció el voto secreto y obligatorio para los hombres mayores de 18 años.

2. ¿Cuál fue el objetivo principal de esta ley?

El objetivo principal de la Ley Sáenz Peña era garantizar la transparencia y la igualdad en las elecciones, eliminando el fraude y la manipulación política.

3. ¿Qué impacto tuvo la Ley Sáenz Peña en la sociedad argentina?

La ley permitió una mayor participación ciudadana en las elecciones y favoreció la representación de los partidos políticos opositores, fortaleciendo así la democracia en Argentina.

4. ¿Cuál fue la importancia histórica de la Ley Sáenz Peña?

La Ley Sáenz Peña marcó un hito en la historia política de Argentina al introducir un sistema electoral más justo y democrático, sentando las bases para futuras reformas electorales en el país.

5. ¿Qué otros países se vieron influenciados por la Ley Sáenz Peña?

Varios países latinoamericanos, como Uruguay, Chile y Brasil, se vieron influenciados por la Ley Sáenz Peña y adoptaron medidas similares para garantizar elecciones más equitativas.

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