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La increíble evolución de los sistemas de propulsión de barcos a lo largo de la historia

Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha sentido la necesidad de explorar y conquistar los mares. Y para lograrlo, ha tenido que idear diferentes sistemas de propulsión para sus barcos. La evolución de estos sistemas a lo largo de la historia es realmente fascinante, ya que ha pasado de depender exclusivamente de la fuerza humana o animal, a utilizar tecnología de vanguardia como los motores a vapor o los motores de combustión interna.

Exploraremos los distintos sistemas de propulsión que han sido utilizados a lo largo de la historia, desde los remos y las velas hasta los modernos motores de última generación. Descubrirás cómo se fueron superando los desafíos técnicos y cómo cada avance en la tecnología de propulsión permitió a los barcos alcanzar mayores velocidades y recorrer distancias cada vez más largas. Además, analizaremos el impacto que estos avances tuvieron en el comercio, la exploración y la guerra naval.

Al leer este artículo, te adentrarás en un viaje apasionante a través del tiempo y descubrirás cómo la evolución de los sistemas de propulsión de barcos ha sido fundamental para el desarrollo de la humanidad. Conocerás las diferentes tecnologías utilizadas en cada época y comprenderás cómo estas innovaciones revolucionaron el transporte marítimo y cambiaron para siempre la forma en que nos relacionamos con el mar. ¡No te lo pierdas!

El origen de los primeros sistemas de propulsión a vela en la antigüedad

En la antigüedad, los sistemas de propulsión de barcos se basaban principalmente en el uso de velas. Los primeros registros de barcos con velas se remontan a la antigua civilización egipcia, donde se utilizaban embarcaciones llamadas barcas de vela.

Estas barcas utilizaban velas cuadradas o rectangulares que aprovechaban la fuerza del viento para desplazarse por el agua. La forma y tamaño de las velas variaban dependiendo de la región y las necesidades de navegación. Por ejemplo, en el Mediterráneo se utilizaban velas cuadradas, mientras que en el norte de Europa se preferían las velas rectangulares.

La navegación a vela permitió a las civilizaciones antiguas expandir sus horizontes y explorar nuevos territorios. Los barcos a vela se convirtieron en una herramienta esencial para el comercio, la pesca y la guerra. Su diseño evolucionó a lo largo del tiempo, incorporando mejoras como la adición de mástiles y aparejos para controlar mejor la dirección de la embarcación.

Beneficios y puntos clave de los sistemas de propulsión a vela

  • Sostenibilidad: Los barcos a vela aprovechaban una fuente de energía renovable y gratuita: el viento. No dependían de combustibles fósiles ni emitían gases contaminantes, lo que los convertía en una opción sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
  • Autonomía: La navegación a vela permitía a los barcos recorrer largas distancias sin necesidad de repostar combustible. Esto les daba una gran autonomía y flexibilidad para explorar nuevos territorios y mantener el comercio con otras regiones.
  • Flexibilidad: Las velas permitían ajustar la navegación según las condiciones del viento. Los navegantes podían cambiar la posición de las velas, inclinarlas o recogerlas por completo para adaptarse a los cambios en el viento y maximizar la velocidad y eficiencia de la embarcación.

Los sistemas de propulsión a vela fueron utilizados durante siglos, hasta que fueron desplazados por la aparición de los motores de vapor en el siglo XIX. Sin embargo, incluso en la actualidad, los barcos de vela siguen siendo utilizados para la recreación y el turismo en algunas áreas del mundo.

Los sistemas de propulsión a vela fueron una innovación revolucionaria en la antigüedad que permitió a las civilizaciones expandirse y prosperar. Su diseño evolucionó a lo largo del tiempo, y aunque fueron reemplazados por otros sistemas de propulsión más avanzados, su legado perdura en la navegación moderna.

La revolución de la navegación con la invención de la máquina de vapor

La invención de la máquina de vapor en el siglo XVIII marcó un hito en la historia de la navegación, ya que revolucionó por completo los sistemas de propulsión de los barcos. Antes de este avance tecnológico, los barcos dependían principalmente de la fuerza del viento y de la fuerza humana para moverse por el agua. Sin embargo, la máquina de vapor permitió a los barcos ser propulsados por un motor mecánico alimentado por carbón o petróleo, lo que les otorgaba una mayor autonomía y velocidad.

La introducción de la máquina de vapor en los barcos fue un cambio radical en comparación con los métodos de propulsión anteriores. Los barcos impulsados por máquinas de vapor podían navegar en contra del corriente y contrarrestar la fuerza del viento, lo que les permitía realizar travesías más rápidas y eficientes. Esto tuvo un impacto significativo en el comercio marítimo y en la exploración de nuevas rutas, ya que los barcos podían llegar a destinos distantes en menos tiempo y transportar cargas más grandes.

Un ejemplo destacado de la aplicación de la máquina de vapor en la propulsión de barcos es el famoso SS Great Eastern, construido en 1858. Este gigantesco barco, diseñado por el ingeniero Isambard Kingdom Brunel, fue propulsado por una combinación de máquinas de vapor y hélices. Con una longitud de casi 700 pies, el SS Great Eastern fue uno de los barcos más grandes de su época y estableció récords en términos de capacidad de carga y velocidad.

La introducción de la máquina de vapor en los barcos también tuvo un impacto en la industria naval. La construcción de barcos impulsados por máquinas de vapor requería un diseño y una ingeniería más compleja, lo que llevó al desarrollo de nuevas técnicas y materiales. Además, la instalación y mantenimiento de los motores de vapor requería personal especializado, lo que generó nuevas oportunidades laborales y contribuyó al avance de la industria.

La invención de la máquina de vapor revolucionó los sistemas de propulsión de los barcos y transformó por completo la navegación marítima. La adopción de este nuevo método de propulsión permitió a los barcos ser más eficientes, rápidos y autónomos, lo que impulsó el comercio y la exploración de nuevas rutas. Además, la introducción de la máquina de vapor generó avances en la industria naval y creó nuevas oportunidades laborales. Sin duda, la máquina de vapor marcó un antes y un después en la evolución de los sistemas de propulsión de los barcos.

Los avances tecnológicos en los sistemas de propulsión naval durante la Revolución Industrial

La Revolución Industrial fue un periodo de grandes cambios y avances tecnológicos que tuvo un impacto significativo en la industria naval. Uno de los campos que experimentó una transformación notable fue el de los sistemas de propulsión de barcos.

Antes de la Revolución Industrial, los barcos dependían principalmente de la fuerza del viento y de la navegación a remo para desplazarse por el agua. Sin embargo, con el desarrollo de nuevas tecnologías y la aparición de la máquina de vapor, se abrió un mundo de posibilidades para la propulsión naval.

Uno de los sistemas de propulsión más revolucionarios de la época fue el motor de vapor. Este tipo de motor permitía a los barcos moverse independientemente de las condiciones del viento, lo que supuso una ventaja estratégica y logística en términos de tiempo y eficiencia. Además, el motor de vapor también aumentaba la capacidad de carga de los barcos, lo que los hacía ideales para el transporte de mercancías a larga distancia.

Un ejemplo concreto de la aplicación de los motores de vapor en los barcos durante la Revolución Industrial fue el famoso SS Great Western, construido en 1837. Este barco, diseñado por el ingeniero Isambard Kingdom Brunel, fue el primero en cruzar el Atlántico impulsado por un motor de vapor. Esta hazaña marcó un hito en la historia de la navegación y allanó el camino para futuros desarrollos en el campo de la propulsión naval.

Otro avance importante durante este periodo fue la introducción de la hélice como sistema de propulsión. La hélice permitía una mayor eficiencia y velocidad en comparación con las ruedas de paletas utilizadas anteriormente. Un ejemplo destacado de esta tecnología es el SS Great Eastern, construido en 1858, que fue el primer barco en utilizar una hélice de propulsión de forma exitosa.

Los sistemas de propulsión de barcos durante la Revolución Industrial también se beneficiaron de mejoras en la construcción naval y en la resistencia de los materiales utilizados. El uso de acero en lugar de madera para la estructura de los barcos permitió la construcción de barcos más grandes y resistentes, capaces de soportar la potencia y el peso de los motores de vapor.

La Revolución Industrial fue un periodo clave en la evolución de los sistemas de propulsión naval. La introducción de motores de vapor y hélices permitió a los barcos superar las limitaciones impuestas por el viento y los remos, aumentando así su capacidad de carga y su velocidad. Estos avances tecnológicos sentaron las bases para el desarrollo de sistemas de propulsión aún más avanzados en el futuro.

La transición hacia los motores de combustión interna y su impacto en la navegación marítima

La evolución de los sistemas de propulsión de barcos ha sido un factor clave en el desarrollo de la navegación marítima a lo largo de la historia. Desde los primeros métodos de propulsión humana hasta los sofisticados motores de combustión interna que utilizamos hoy en día, cada avance ha permitido que los barcos sean más rápidos, eficientes y capaces de transportar cargas más pesadas.

Uno de los hitos más importantes en esta evolución fue la transición hacia los motores de combustión interna en el siglo XIX. Antes de esta innovación, los barcos dependían de la fuerza del viento o de la fuerza humana para moverse. Sin embargo, con la invención del motor de combustión interna, los barcos pudieron utilizar la energía del combustible para generar movimiento de manera mucho más eficiente.

Los motores de combustión interna funcionan mediante la combustión de una mezcla de combustible y aire en un cilindro, lo que genera una explosión controlada que impulsa un pistón. Este movimiento del pistón se transmite a través de un cigüeñal a una hélice, que es la encargada de generar la fuerza de propulsión que impulsa al barco hacia adelante.

La adopción de los motores de combustión interna en los barcos tuvo un impacto significativo en la navegación marítima. En primer lugar, permitió que los barcos fueran más rápidos y pudieran recorrer distancias más largas en menos tiempo. Esto fue especialmente importante para el comercio marítimo, ya que redujo los tiempos de transporte y permitió un intercambio comercial más rápido y eficiente.

Además, los motores de combustión interna ofrecieron una mayor fiabilidad y control en comparación con los métodos de propulsión anteriores. Los barcos ya no dependían del viento o de la fuerza humana, lo que los hacía más independientes y capaces de navegar en cualquier condición climática.

Otro beneficio clave de los motores de combustión interna fue su capacidad para transportar cargas más pesadas. Los barcos propulsados por estos motores podían transportar grandes cantidades de carga, lo que impulsó el comercio y la economía a nivel global.

Un ejemplo concreto del impacto de los motores de combustión interna en la navegación marítima es la revolución en los viajes transatlánticos en el siglo XX. Antes de la adopción de estos motores, los viajes transatlánticos eran largos y arduos, y los barcos dependían en gran medida de los vientos favorables. Sin embargo, con la llegada de los motores de combustión interna, los barcos pudieron reducir significativamente el tiempo de viaje y aumentar la frecuencia de los viajes transatlánticos. Esto abrió nuevas oportunidades para el comercio y el turismo, y cambió por completo la forma en que las personas se desplazaban por el mundo.

La transición hacia los motores de combustión interna fue un hito crucial en la evolución de los sistemas de propulsión de barcos. Estos motores permitieron que los barcos fueran más rápidos, eficientes y capaces de transportar cargas más pesadas. Su adopción revolucionó la navegación marítima y abrió nuevas oportunidades para el comercio y el desarrollo económico a nivel global.

Los sistemas de propulsión eléctrica en la era moderna de la navegación

En la era moderna de la navegación, los sistemas de propulsión eléctrica han revolucionado la forma en que los barcos se mueven por el agua. Estos sistemas utilizan motores eléctricos alimentados por baterías o generadores para generar la energía necesaria para impulsar la embarcación. La adopción de la propulsión eléctrica ha traído consigo una serie de beneficios y puntos clave a considerar.

Beneficios de los sistemas de propulsión eléctrica

  • Eficiencia energética: Los motores eléctricos son más eficientes en la conversión de energía en comparación con los motores de combustión interna. Esto significa que los barcos que utilizan sistemas de propulsión eléctrica pueden aprovechar al máximo la energía y reducir el consumo de combustible.
  • Menor impacto ambiental: Los sistemas de propulsión eléctrica son más limpios y producen menos emisiones contaminantes en comparación con los motores de combustión interna. Esto es especialmente importante en la actualidad, donde la sostenibilidad y la protección del medio ambiente son aspectos cruciales.
  • Silencio y comodidad: Los motores eléctricos son más silenciosos en comparación con los motores de combustión interna. Esto proporciona una experiencia de navegación más tranquila y agradable tanto para los pasajeros como para la tripulación.
  • Mayor control y maniobrabilidad: Los sistemas de propulsión eléctrica permiten un mayor control y maniobrabilidad de la embarcación. Los motores eléctricos ofrecen una respuesta más rápida y precisa, lo que facilita las maniobras en espacios reducidos y en situaciones de emergencia.

Puntos clave a considerar

  1. Capacidad de las baterías: Es importante tener en cuenta la capacidad de las baterías utilizadas en los sistemas de propulsión eléctrica. Una mayor capacidad permite una mayor autonomía, lo que es crucial para embarcaciones que necesitan largos períodos de navegación sin recarga.
  2. Infraestructura de recarga: Para aprovechar al máximo los sistemas de propulsión eléctrica, es necesario contar con una infraestructura adecuada para la recarga de las baterías. Esto incluye estaciones de recarga en puertos y marinas, así como la posibilidad de recargar las baterías mediante sistemas solares o eólicos.
  3. Costo inicial: Los sistemas de propulsión eléctrica pueden tener un costo inicial más elevado en comparación con los motores de combustión interna. Sin embargo, a largo plazo, los beneficios en términos de eficiencia energética y reducción de costos de combustible pueden compensar esta inversión inicial.

Los sistemas de propulsión eléctrica han revolucionado la forma en que los barcos se mueven por el agua en la era moderna de la navegación. Su eficiencia energética, menor impacto ambiental, silencio y comodidad, así como su mayor control y maniobrabilidad, los convierten en una opción atractiva para embarcaciones de todo tipo. Sin embargo, es importante considerar la capacidad de las baterías, la infraestructura de recarga y el costo inicial al optar por este tipo de sistema de propulsión.

La búsqueda de alternativas más sostenibles: sistemas de propulsión híbrida y energías renovables

En la actualidad, la industria naval está experimentando una creciente preocupación por encontrar sistemas de propulsión más sostenibles que reduzcan la dependencia de los combustibles fósiles y disminuyan las emisiones contaminantes. En este sentido, los sistemas de propulsión híbrida y el uso de energías renovables se han convertido en alternativas cada vez más populares y prometedoras.

Los sistemas de propulsión híbrida combinan diferentes fuentes de energía, como motores eléctricos y motores de combustión interna, para impulsar los barcos. Esta combinación permite aprovechar las ventajas de cada sistema y maximizar la eficiencia energética. Por ejemplo, durante las maniobras en puerto o a baja velocidad, los motores eléctricos pueden funcionar sin emitir contaminantes, reduciendo así el impacto ambiental y el consumo de combustible. Por otro lado, en situaciones de alta demanda de energía, como la navegación a alta velocidad, los motores de combustión interna pueden entrar en funcionamiento y proporcionar la potencia necesaria.

El uso de energías renovables, como la solar o la eólica, también está ganando terreno en la propulsión de barcos. Los paneles solares y las turbinas eólicas se instalan en la cubierta de los barcos y aprovechan la energía del sol y del viento para generar electricidad. Esta electricidad puede ser almacenada en baterías o utilizada directamente para alimentar los motores eléctricos. Además de reducir las emisiones contaminantes, el uso de energías renovables en la propulsión de barcos también contribuye a disminuir los costos operativos a largo plazo, ya que la energía solar y eólica son recursos gratuitos y abundantes.

Un ejemplo destacado de la implementación de sistemas de propulsión híbrida y energías renovables en la industria naval es el barco de investigación «Energy Observer». Este barco utiliza una combinación de energía solar, eólica e hidrógeno para propulsarse de manera autónoma y sin emitir contaminantes. Gracias a su diseño innovador y a la utilización de tecnologías limpias, el «Energy Observer» ha demostrado ser una alternativa viable y sostenible para la navegación a largo plazo.

Para aquellos interesados en adoptar sistemas de propulsión híbrida o utilizar energías renovables en sus barcos, es importante considerar ciertos aspectos clave. En primer lugar, es necesario evaluar la capacidad de almacenamiento de energía requerida para garantizar un suministro constante y fiable. Esto implica dimensionar correctamente las baterías o sistemas de almacenamiento de hidrógeno, así como implementar un sistema de gestión de energía eficiente. Además, es fundamental contar con un diseño naval adecuado que optimice la eficiencia energética y minimice la resistencia al avance.

Los sistemas de propulsión híbrida y el uso de energías renovables representan una solución prometedora para lograr una navegación más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Mediante la combinación de diferentes fuentes de energía y la utilización de recursos renovables, los barcos pueden reducir su dependencia de los combustibles fósiles y disminuir las emisiones contaminantes. Sin embargo, es importante tener en cuenta los aspectos técnicos y de diseño necesarios para garantizar el éxito de estas alternativas.

Los desafíos actuales en la industria naval y las tendencias futuras en sistemas de propulsión

La industria naval se enfrenta a numerosos desafíos en la actualidad, tanto desde el punto de vista económico como medioambiental. Los costos de combustible, las regulaciones de emisiones y la necesidad de reducir la huella de carbono han llevado a un aumento en la demanda de sistemas de propulsión más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.

En este contexto, se están desarrollando y adoptando nuevas tecnologías y tendencias en sistemas de propulsión naval. Estas incluyen la electrificación de los sistemas de propulsión, el uso de energías renovables y la aplicación de inteligencia artificial para optimizar el rendimiento y la eficiencia. Estas tendencias están impulsando una evolución significativa en los sistemas de propulsión de barcos.

Electrificación de los sistemas de propulsión

Una de las tendencias más destacadas en la industria naval es la electrificación de los sistemas de propulsión. Los motores eléctricos ofrecen una serie de ventajas clave, como una mayor eficiencia energética, menor mantenimiento y menor impacto ambiental en comparación con los motores diésel convencionales. Además, los sistemas de propulsión eléctricos permiten una mayor flexibilidad en el diseño y la distribución de la energía en el barco.

Un ejemplo concreto de la aplicación de la electrificación en la propulsión naval es el uso de sistemas de propulsión híbridos. Estos sistemas combinan motores eléctricos y motores diésel para lograr una mayor eficiencia y reducir las emisiones. Al utilizar motores eléctricos en condiciones de carga baja o durante las maniobras, se pueden lograr ahorros significativos en el consumo de combustible y una reducción sustancial en las emisiones.

Uso de energías renovables

Otra tendencia emergente en la industria naval es el uso de energías renovables para la propulsión de barcos. La energía solar, eólica e incluso la energía de las olas se están explorando como fuentes alternativas de energía para alimentar los sistemas de propulsión de los barcos.

Por ejemplo, los paneles solares pueden instalarse en la cubierta del barco para capturar la energía solar y convertirla en electricidad que puede utilizarse para alimentar los motores eléctricos. Del mismo modo, las turbinas eólicas pueden aprovechar la energía del viento para generar electricidad y alimentar los sistemas de propulsión. Estas soluciones permiten reducir aún más la dependencia de los combustibles fósiles y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Aplicación de inteligencia artificial

La aplicación de inteligencia artificial (IA) en los sistemas de propulsión naval es otra tendencia que está ganando impulso. La IA puede utilizarse para optimizar el rendimiento y la eficiencia de los sistemas de propulsión, mediante el análisis de datos en tiempo real y la toma de decisiones automatizada.

Por ejemplo, los algoritmos de IA pueden analizar datos de sensores y sistemas de monitoreo a bordo del barco para identificar patrones y tendencias. Esto permite realizar ajustes en tiempo real en los sistemas de propulsión para maximizar la eficiencia y reducir el consumo de combustible. Además, la IA también puede ayudar en la detección temprana de posibles fallas o problemas en los sistemas de propulsión, lo que permite llevar a cabo un mantenimiento preventivo y evitar costosos tiempos de inactividad.

Los desafíos actuales en la industria naval están impulsando la búsqueda de sistemas de propulsión más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. La electrificación de los sistemas de propulsión, el uso de energías renovables y la aplicación de inteligencia artificial son algunas de las tendencias clave que están dando forma a la evolución de los sistemas de propulsión de barcos. Estas tendencias ofrecen beneficios significativos en términos de eficiencia, reducción de emisiones y menor impacto ambiental, y se espera que continúen desarrollándose en el futuro.

El legado histórico de los sistemas de propulsión naval y su influencia en la cultura marítima

La historia de los sistemas de propulsión de barcos es fascinante y ha evolucionado de manera extraordinaria a lo largo de los siglos. Estos avances tecnológicos han tenido un impacto significativo en la cultura marítima y en el desarrollo de la navegación.

Desde la antigüedad, los barcos han dependido de diferentes formas de propulsión para moverse en el agua. En un principio, se usaban remos para impulsar las embarcaciones. Esta forma de propulsión requería de una gran cantidad de mano de obra y limitaba la velocidad y el alcance de los barcos. Sin embargo, esta técnica permitió la exploración de nuevas tierras y el comercio marítimo en las primeras civilizaciones.

Con el paso del tiempo, se desarrollaron nuevas formas de propulsión más eficientes y poderosas. Uno de los avances más significativos fue la invención de la vela, que permitió a los barcos aprovechar la fuerza del viento para desplazarse por el agua. Este descubrimiento revolucionó la navegación y abrió las puertas a la exploración de ultramar. El uso de velas se mantuvo como la principal forma de propulsión durante siglos, hasta la llegada de la revolución industrial.

La revolución industrial trajo consigo grandes avances en la tecnología de propulsión naval. La invención de la máquina de vapor fue un hito clave en la historia de los sistemas de propulsión de barcos. Esta nueva forma de propulsión permitió a los barcos moverse sin depender del viento o de la fuerza humana, lo que significó un cambio radical en la navegación. Los barcos de vapor podían navegar más rápido y transportar cargas más pesadas, lo que impulsó el comercio marítimo y la expansión colonial.

Pero la evolución de los sistemas de propulsión naval no se detuvo en la máquina de vapor. Con el avance de la tecnología, surgieron nuevos sistemas como los motores de combustión interna, los motores diésel y los motores eléctricos. Estas innovaciones permitieron una mayor eficiencia y velocidad en la navegación, así como la posibilidad de explorar regiones más remotas y difíciles de alcanzar.

Actualmente, los sistemas de propulsión naval continúan evolucionando con el desarrollo de nuevas tecnologías como los motores híbridos y los sistemas de propulsión eléctrica. Estas innovaciones buscan reducir el impacto ambiental de los barcos y mejorar la eficiencia energética. Además, se están explorando nuevas formas de propulsión como el uso de energía solar y la propulsión a través de hidrógeno.

Los avances en los sistemas de propulsión naval han tenido un impacto significativo en la cultura marítima y en la sociedad en general. Han permitido la expansión del comercio, la exploración de nuevos territorios y la conexión entre diferentes culturas. Además, han facilitado el transporte de personas y mercancías a larga distancia, impulsando el crecimiento económico y la globalización. Sin duda, los sistemas de propulsión naval han sido una pieza clave en el desarrollo de la historia y la cultura marítima.

La evolución de los sistemas de propulsión de barcos a lo largo de la historia ha sido impresionante y ha tenido un impacto significativo en la cultura marítima. Desde los remos y las velas hasta los motores de combustión interna y las nuevas tecnologías, estos avances han permitido la expansión del comercio, la exploración de nuevos territorios y la conexión entre diferentes culturas. Además, han facilitado el transporte de personas y mercancías a larga distancia, impulsando el crecimiento económico y la globalización.

Preguntas frecuentes

¿Cuál fue el primer sistema de propulsión utilizado en los barcos?

El remo fue el primer sistema de propulsión utilizado en los barcos.

¿Cuándo se inventó el motor de vapor y se empezó a utilizar en los barcos?

El motor de vapor fue inventado en el siglo XVII, pero se empezó a utilizar en barcos a principios del siglo XIX.

¿Cuál fue el primer barco propulsado por un motor de combustión interna?

El primer barco propulsado por un motor de combustión interna fue el «Clermont», construido por Robert Fulton en 1807.

¿En qué año se inventó el motor diésel y cuándo se empezó a utilizar en los barcos?

El motor diésel fue inventado en 1892, pero se empezó a utilizar en barcos a partir de principios del siglo XX.

¿Cuándo se introdujo la propulsión nuclear en los barcos?

La propulsión nuclear se introdujo en los barcos a partir de la década de 1950.

¿Cuál es el sistema de propulsión más común en los barcos en la actualidad?

En la actualidad, el sistema de propulsión más común en los barcos es el motor diésel.

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